A 11 años de la
masacre de Sucumbíos, del asesinato de nuestros hijos Fernando, Soren, Verónica
y Juan, seguimos adelante luchando por verdad y justicia
VERÓNICA NATALIA VELÁZQUEZ
RAMÍREZ
4/Septiembre/1977-1º/Marzo/2008
Verónica siempre se destacó por
tener un carácter noble; desde pequeña mostró inquietud por ayudar a las
personas. Gracias a mi padre adoptamos el gusto por la lectura y ella tomo una
pasión intensa a esta actividad recuerdo que siempre se recámara llena de
libros, además de que como a cualquier joven pues le gustaba ir a fiestas que
hacían ellos mismos, al igual que al teatro, al cine y demás eventos culturales
ya que tenía compañeros que danzaban, cantaban o actuaban.
Al ingresar a la universidad
logró estar cerca de su gran pasión los pueblos latinoamericanos, las etnias y
grupos sociales de América, le gustaba mucho la música típica de Venezuela,
Colombia, México y por supuesto de la cultura oaxaqueña ya que mi padre era de
allá y como familia siempre nos ha dado orgullo tener raíces oaxaqueñas. Era
una joven sencilla eso sí de carácter fuerte y además muy perfeccionista en
todo lo que hacía.
En el aspecto laboral, trabajó
en varios sitios en algunas librerías, en una cafetería y últimamente hacia
artesanías como aretes, libros y de cuadernos de papel reciclado, con esto
sostenía sus estudios y ahorraba para sus viajes de investigación.
SOREN ULISES AVILÉS ÁNGELES
19/Septiembre/1978 –
1º/Marzo/2008
Joven mexicano de 29 años de
edad, egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN) de la Unidad
Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y
Administrativas (UPIICSA), titulado en la licenciatura de Ciencias de la
Informática; obtuvo un excelente promedio (8.32). Paralelamente estudió en la
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa (UAM-I) la licenciatura
en Filosofía, trimestres después, presentó examen para ingresar a la
licenciatura en Física en la misma institución; cabe mencionar que siempre se
destacó como un alumno de excelencia. Al dejar esta última etapa académica y
comprometido con el conocimiento adquirido a lo largo de su trayectoria
profesional y laboral, presenta solicitud para estudiar un posgrado en la
institución que lo formó como licenciado en informática (IPN). Valorando su
perfil académico y laboral es aceptado como alumno de la maestría en “Política
y gestión del cambio tecnológico” en el Centro de Investigaciones Económicas
Administrativas y Sociales del Instituto Politécnico Nacional.
A la par con sus estudios,
trabajó como profesor en el CECyT No. 14 Luis Enrique Erro Soler del Instituto
Politécnico Nacional, impartiendo clases de diversas asignaturas; laboró en la
Escuela Superior de Computo (ESCOM) del Instituto Politécnico Nacional, en el
área de sistemas; gracias a sus empeño y compromiso profesional ingresó al área
de Servicios Escolares de la misma institución. También se desempeñó en el
sector privado, desarrollando sistemas para la automatización de la recaudación
fiscal de los contribuyentes de nuestro país. Asiduo lector de textos
científicos, textos literarios, textos filosóficos, textos sociales, textos
históricos de diversos autores. Además de ser un alumno de excelencia, fue un
ser humano maravilloso, responsable, solidario, con una gran sensibilidad
social ante los problemas generales de la humanidad y un enorme amor por la
vida; no por esto se le puede tachar como el cerebro tecnológico de grupos
armados, miembro de la guerrilla, miembro del narcotráfico o de un terrorista
vil. Por eso sus familiares, amigos y personas que lo conocimos, rechazamos
tajantemente los comentarios irresponsables y absurdos de los medios de
comunicación y de las autoridades tanto mexicanas como colombianas, y exigimos
no más calumnias a su persona. “Padre, despacio, disfruta tus pasos”
JUAN GONZÁLEZ DEL CASTILLO
16/Abril/1979-1º/Marzo/2008
Familiares, amigos y vecinos lo
llamaban Juanito. Nació el 16 de abril de 1979 en la Ciudad de México y al año
de vida tuvo su primer viaje a Jiquilpan Michoacán (tierra del Gral. Lázaro
Cárdenas) donde aprendió a leer, escribir y montar en bicicleta. En 1985 la
familia González del Castillo retornó a la Ciudad de México, en condiciones
difíciles ya que fue el año del terremoto. Los padres con su único hijo su
fueron a rentar una casa en la unidad Ejército de Oriente, allá por la Cabeza
de Juárez. Tres años vivieron allí en lo que duró la reconstrucción de los
edificios de Tlatelolco. A fines de 1988 la familia retorno a su departamento del
edificio reconstruido en dicha unidad habitacional. Juan terminó de estudiar su
primaria en la Escuela ISSSTE muy cercana al edificio.
Juan ingresó a la Escuela
Secundaria Número 4, en Rivera de San Cosme, posteriormente estudió en el CCH
plantel Vallejo. Ya desde esta época de adolescente tenía carácter
independiente y eligió su vocación por las Ciencias Sociales y las Humanidades.
Más tarde ingresó a la Facultad de Filosofía y Letras, eligiendo la carrera de
Estudios Latinoamericanos. Era un joven sencillo y amable, vestía con sencillez
y limpieza, gustaba de la música, lectura, cine y conciertos de artistas
preferidos. Su habitación pequeña estuvo siempre llena de discos, libros, fotos
y pequeñas artesanías.
FERNANDO FRANCO DELGADO
20/Diciembre/1979-1º/Marzo/2008
Realizó sus estudios de
educación media superior en el Centro de Estudios Tecnológicos No. 13, del
Instituto Politécnico Nacional. Obtuvo su título de Técnico en Informática.
Posteriormente ingresó a la Universidad Iberoamericana y estudió licenciatura
en derecho. Esta institución le otorgó una beca por haber realizado el segundo
mejor examen de admisión. Sin embargo, por su vocación social, ingreso a la
facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde se destacó por ser un buen
estudiante.
Fue un apasionado por la
literatura y practicaba el Tae Kwon Do; además, le gustaba ejercitar el cuerpo
y la mente y se convirtió en un buen jugador de ajedrez. A Fernando le gustaba
la fotografía tomando talleres en la Universidad Obrera de la Ciudad de México.
Interesado por difundir la cultura participaba en diversas actividades
culturales dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México, fue profesor
de Historia y Literatura en el sistema de enseñanza abierta en el colegio de
bachilleres. Actualmente se encontraba preparando su tesis para titularse como
licenciado en filosofía.