LA MASACRE DE SUCUMBÍOS Y EL INICIO DE
NUESTRA LUCHA…
El 1 de marzo de este 2015 se cumplen 7 años de la
masacre de Sucumbíos, del asesinato de nuestros hijos Verónica, Soren, Juan y
Fernando y, de la injusta persecución contra Lucía Morett. A unos días de
cumplirse esa fecha lazamos esta serie de artículos e imágenes que nos
recuerdan lo ocurrido en Sucumbíos, que nos traen a la memoria quienes eran
nuestros hijos pero también la lucha que hemos iniciado contra la impunidad y
el olvido, por la memoria, la verdad y la justicia.
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¿QUIÉNES ERAN NUESTROS
HIJOS Y QUÉ HACÍAN EN EL CAMPAMENTO DE SUCUMBÍOS?
En febrero de 2008 cinco jóvenes mexicanos, cargados
de sueños e ilusiones emprenden un viaje hacia el sur del continente, nuestros
hijos, jóvenes mexicanos, estudiantes de la UNAM y el IPN estuvieron ahorrando
dinero para poder asistir en febrero del 2008 al II Congreso Continental
Bolivariano realizado en la Ciudad de Quito, Ecuador, así como a otras
actividades como seminarios y entrevistas que abordaban el tema del ideal
bolivariano de integración latinoamericana, el gran sueño de la Gran Patria.
Realizaron sus trámites en tiempo y forma e ingresaron
legalmente a tierras ecuatorianas, conocieron muchos lugares y a diversas personas
que se conjuntaron en el Congreso, ante su gran inquietud por conocer la
realidad social de América Latina; por escuchar de viva voz los procesos
históricos que viven hoy los pueblos de la región, es que sabemos fueron
invitados a conocer el campamento ubicado en la zona fronteriza de Ecuador con
Colombia.
La visita al campamento les permitiría realizar
entrevistas y obtener invaluable información para la realización de sus tesis
de licenciatura, ya que ellos abordaban temas de investigación relacionados con
los conflictos sociales de Latinoamérica; Verónica Velázquez era estudiante de
la carrera de Estudios Latinoamericanos y quería hacer su tesis sobre el papel
de la mujer en los movimientos sociales en América Latina; Juan González era
estudiante de la misma carrera y pretendía investigar sobre las expresiones
musicales en la guerrilla latinoamericana; Fernando Franco estudiante de la licenciatura
en Filosofía buscaba contribuir con los debates filosóficos desde el pensamiento
Latinoamericano; Soren Avilés, del IPN y estudiante de una Maestría en Gestión
del Cambio Tecnológico buscaba investigar cuales eran las razones del atraso
tecnológico en los países de América Latina y por último, Lucía Morett, cuya
tesis de licenciatura ya fue concluida bajo el título : “Colombia, una revolución
para el teatro y un teatro para la revolución” tesis con la cual obtuvo el grado de Licenciada en
Literatura Dramática y Teatro en Abril del 2010.
Sus inquietudes personales estaban estrechamente
vinculadas a sus inquietudes académicas, el viajar a Sucumbíos significaba una oportunidad
como pocas de acercarse a la realidad social, al otro rostro de América Latina,
pero Fernando, Soren, Verónica y Juan ya no pudieron realizar su tarea, la
madrugada del 1 de marzo, Álvaro Uribe (ex-presidente de Colombia) decidió
masacrar a quienes se encontraban en el campamento, asesinando de este modo
muchas esperanzas de paz y arrancando la vida a 25 personas incluidos nuestros
hijos. Sólo 3 mujeres salvaron sus vidas; 2 jóvenes colombianas y la mexicana Lucía,
pese a la gravedad de sus heridas, pese a soportar las amenazas de muerte, el
acoso, el hostigamiento del Ejército y Policía colombianos que estuvieron por
más de 12 horas en el campamento posterior al bombardeo y teniendo que soportar
una noche más en el campamento ya que no pudieron ser sacadas del lugar hasta
el 2 de marzo.
Desde aquel instante inicio toda una campaña por
criminalizar a los jóvenes asesinados en Sucumbíos a la par de una persecución
que hoy día tiene a Lucía sin poder reintegrarse a una vida plena y libre, ya
que es acosada y perseguida con procesos penales en México, Colombia y Ecuador.
Lucía continúa en la mira de los agresores que buscan por cualquier medio
criminalizar a las víctimas, buscan acallar la voz de quienes fueron testigos
de la saña del ejército colombiano al rematar a los heridos; que fueron
testigos de todas las violaciones a los Derechos Humanos que ahí se dieron.
Para nosotros fue clara la estrategia que lanzó el
gobierno colombiano y que fue arropada por los grupos de ultraderecha en varios
países de América Latina, principalmente México y Ecuador, el objetivo era
criminalizar a los jóvenes, la solidaridad, las ideas, el libre pensamiento, dejar
un escarmiento para que nadie puedan brindar un apoyo, una solidaridad a
quienes la requieran, que los jóvenes sean castigados por su actuar, por su
pensar, afortunadamente esas ideas no ha logrado triunfar pese a toda la
violencia que se lanza hoy día contra los jóvenes.
Nuestros hijos perdieron la vida a manos del odio
belicista de un gobierno que se negaba rotundamente a buscar la paz, a buscar
salidas negociadas a la violencia que Colombia ha padecido por más de seis
décadas, pero hoy, nuestros hijos son un gran ejemplo de jóvenes comprometidos
con su tiempo y con su historia, solidarios y fraternos con el sufrir de otros
pueblos, soñadores del ideal de la unidad Latinoamericana, es decir, son ellos
un ejemplo, para juventud del mundo.
SEGUIREMOS CONTANDO NUESTRA HISTORIA
A 7 AÑOS DE LA MASACRE DE SUCUMBÍOS, EN LA PARTE III, CÓMO SURGE NUESTRA LUCHA
POR JUSTICIA…
ASOCIACIÓN
DE PADRES Y FAMILIARES DE LAS VÍCTIMAS DE SUCUMBÍOS