Caso de
cuatro estudiantes mexicanos asesinados en Ecuador llega a la CIDH-OEA
NOTA
TOMADA DE:
Radio
Fórmula; 27 de Marzo, 2014
Una delegación integrada por parte del equipo
jurídico de la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos y de la
Asociación de Padres y Familiares de las Víctimas de Sucumbíos, presentaron la
petición para que el caso sea investigado, lo cual es un gran paso para la
verdad, la memoria y la justicia de las víctimas.
La Asociación de Padres y Familiares de las
Víctimas de Sucumbíos, Ecuador, presentó hoy ante la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) la petición para que admita el caso del asesinato de
cuatro jóvenes estudiantes mexicanos el 1° de marzo de 2008 en esa región
durante un bombardeo del Ejército colombiano.
En conferencia de prensa, se informó que una
delegación integrada por parte del equipo jurídico de la Fundación Regional de
Asesoría en Derechos Humanos (INREDH) y de la Asociación de Padres y Familiares
de las Víctimas de Sucumbíos, presentaron la petición para que el caso sea
investigado.
Los padres de las víctimas consideraron que
se trata de un acontecimiento de gran importancia, de un "gran paso para
la verdad, la memoria y la justicia en beneficio de nuestros hijos asesinados
el 1° de marzo en Sucumbíos, Ecuador por órdenes del Estado colombiano".
La organización recordó que como antecedente,
a mediados del 2011 la Comisión Interamericana hizo público el informe de
admisibilidad del caso de Franklin Aisalla, joven ecuatoriano que también murió
en ese bonbardeo, con lo cual, existen precedentes importantes para que la CIDH
que admita el caso de sus hijos asesinados en los mismos hechos.
Insistieron en que los responsables son el
Estado colombiano al mando del ex presldente Alvaro Uribe Vélez, el ex
secretario de la Defensa y actual presidente colombiano Juan Manuel Santos
Calderón, del ex director de la Policía Nacional de Colombia Óscar Adolfo
Naranjo Trujillo y de una serie de mandos militares y policiales que son
responsables directos por cadena de mando de la llamada Operación Fénix.
La Asociación de Padres destacó que si bien
es la conclusión de una etapa, al mismo tiempo, es el inicio de otra.
"Termina una etapa que inició aquél
triste 1° de marzo cuando el odio de guerra, de venganza, de muerte, cuando la
negativa de construir caminos para la paz ejecutó una agresión sin precedentes
en la historia de América Latina asesinando alrededor de 25 personas, entre
ellas, nuestros cuatro hijos Verónica Velázquez Ramírez, Soren Aviles Ángeles,
Fernando, Franco Delgado y Juan González del Castillo".
Los padres de familia recordaron que desde el
momento en que se enteramos y corroboraron su asesinato, "nos dimos a la
tarea de iniciar una lucha por justicia, por reivindicar su memoria, por
detener la campaña de mentiras, calumnias, de criminalización en su contra,
pero también nos decidimos por defender a Lucía Morett única sobreviviente
mexicana de la masacre".
Insistieron en que la "lucha por verdad,
memoria y justicia a lo largo de estos seis años ha sido ardua, llena de
sacrificios e innumerables adversidades que nos ha conducido a éste momento,
pero no es algo que hayamos logrado solos, en este camino, desde su inicio,
hemos encontrado la solidaridad y fraternidad de organizaciones sociales,
populares, estudiantiles y de muchas personas en México, Ecuador, América
Latina y en el mundo".
Además de que han encontrado el apoyo
decidido de organismos de Derechos Humanos que con su experiencia y dedicación
los han acompañado a cada paso que hemos dado y que hoy muestra uno de sus más
grandes logros.
Consideraron que esta etapa permitirá seguir
caminando hasta lograr justicia para las víctimas de Sucumbíos, "hasta
lograr que los principales responsables de la masacre sean juzgados ante cortes
internacionales por todos los delitos de lesa humanidad que han cometido contra
el pueblo latinoamericano".
Se trata, coincidieron, del inicio de una
nueva forma de lucha, de nuevos caminos, de nuevos encuentros, que esperamos
sean en compañía de todos aquellos que han estado con nosotros desde un inicio
o que se han ido sumado en cada paso que hemos dado, esperamos que cada vez
seamos más, que nos sumemos más a la exigencia de justicia para las víctimas de
Sucumbíos, que no es otra cosa más que exigir justicia para los pueblos
Latinoamericanos y que logremos un nuevo amanecer para todos nosotros".
Por el momento, sus esfuerzos se enfocarán en
coadyuvar con todos los elementos probatorios necesarios para que la demanda
sea admitida, que se tomen todas las medidas necesarias para investigar el
asesinato de sus hijos y se juzgue a los responsables, que recaen para términos
de esta demanda en la figura del Estado colombiano, pero al mismo tiempo, se
determine la responsabilidad de México y Ecuador en las omisiones jurídicas del
caso y que se siente un precedente de justicia para los pueblos
latinoamericanos.
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