Jornada de protestas señala dos años de la masacre de Sucumbíos
26.02.10 - ECUADOR; Karol Assunção
Adital -
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La masacre de Sucumbíos, en Ecuador, cumplirá dos años el próximo lunes (1°) sin que víctimas y familiares hayan conseguido justicia. A causa de ello, se realizará la próxima semana la Segunda Jornada Internacional de Protesta por las Víctimas de Sucumbíos. La intención es realizar, el día 1°, acciones en las embajadas colombianas de diversas ciudades pidiendo justicia para el caso.
Además de eso, la movilización, organizada por la Asociación de Padres y Familiares de las Víctimas de Sucumbíos, Ecuador, denunciará las acciones del mandatario colombiano, Álvaro Uribe, y exigirá el fin de la persecución de la mexicana Lucía Morett, sobreviviente de la masacre.
En México, las acciones comenzarán el lunes, a las 13h, con un acto político-cultural frente a la embajada de Colombia, que contará con la participación de Llanero Solitito y OPC-Cleta, Grupo Mano Izquierda, Cayo Vicente, y Compañía de Teatro Luz Negra. A las 16h, los participantes marcharán desde la Embajada hasta la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La Segunda Jornada es una continuación de las actividades que la Asociación realiza desde la masacre para conseguir justicia y para denunciar los crímenes de lesa humanidad cometidos por el gobierno colombiano. La Primera Jornada se realizó en marzo del año pasado gracias a la ayuda y solidaridad de organizaciones políticas, sociales, estudiantiles y de derechos humanos.
La Masacre de Sucumbíos
Al comienzo de marzo de 2008, aviones de la fuerza aérea colombiana, bajo el comando de militares estadounidenses, bombardearon un Campamento Guerrillero en Ecuador. El objetivo principal era acabar con Raúl Reyes, líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Incluso después del bombardeo, los militares colombianos entraron en Ecuador para ejecutar a los sobrevivientes. En total, 25 personas fueron asesinadas, entre ellas cuatro mexicanos: los estudiantes Juan González del Castillo, Fernando Franco, y Verónica Velázquez; y el empleado del Instituto Politécnico Nacional, Soren Ulises Avilés.
Sólo las colombianas Doris Bohórquez y Martha Pérez, y la mexicana Lucía Morett consiguieron salvarse. Sin embargo, las tres pasaron 12 horas sufriendo presión psicológica, que sólo terminó con la llegada del ejército ecuatoriano.
Incluso así, el episodio está lejos de poder ser superado por las víctimas. Lucía, por ejemplo, todavía sufre por los daños físicos y psicológicos dejados por la masacre en marzo de 2008, porque, según la Asociación, la mexicana todavía es blanco de una intensa persecución y una constante acusación de terrorista por parte del gobierno colombiano.
Además de eso, la movilización, organizada por la Asociación de Padres y Familiares de las Víctimas de Sucumbíos, Ecuador, denunciará las acciones del mandatario colombiano, Álvaro Uribe, y exigirá el fin de la persecución de la mexicana Lucía Morett, sobreviviente de la masacre.
En México, las acciones comenzarán el lunes, a las 13h, con un acto político-cultural frente a la embajada de Colombia, que contará con la participación de Llanero Solitito y OPC-Cleta, Grupo Mano Izquierda, Cayo Vicente, y Compañía de Teatro Luz Negra. A las 16h, los participantes marcharán desde la Embajada hasta la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La Segunda Jornada es una continuación de las actividades que la Asociación realiza desde la masacre para conseguir justicia y para denunciar los crímenes de lesa humanidad cometidos por el gobierno colombiano. La Primera Jornada se realizó en marzo del año pasado gracias a la ayuda y solidaridad de organizaciones políticas, sociales, estudiantiles y de derechos humanos.
La Masacre de Sucumbíos
Al comienzo de marzo de 2008, aviones de la fuerza aérea colombiana, bajo el comando de militares estadounidenses, bombardearon un Campamento Guerrillero en Ecuador. El objetivo principal era acabar con Raúl Reyes, líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Incluso después del bombardeo, los militares colombianos entraron en Ecuador para ejecutar a los sobrevivientes. En total, 25 personas fueron asesinadas, entre ellas cuatro mexicanos: los estudiantes Juan González del Castillo, Fernando Franco, y Verónica Velázquez; y el empleado del Instituto Politécnico Nacional, Soren Ulises Avilés.
Sólo las colombianas Doris Bohórquez y Martha Pérez, y la mexicana Lucía Morett consiguieron salvarse. Sin embargo, las tres pasaron 12 horas sufriendo presión psicológica, que sólo terminó con la llegada del ejército ecuatoriano.
Incluso así, el episodio está lejos de poder ser superado por las víctimas. Lucía, por ejemplo, todavía sufre por los daños físicos y psicológicos dejados por la masacre en marzo de 2008, porque, según la Asociación, la mexicana todavía es blanco de una intensa persecución y una constante acusación de terrorista por parte del gobierno colombiano.