Exigen
justicia para víctimas mexicanas del ataque a un cuartel de las FARC
Familiares
llevaron el caso Sucumbíos ante la CIDH
Por
José Antonio Román. Periódico La Jornada, Miércoles 2 de marzo de 2016, Sección
Política, p. 10
Padres de las víctimas de Sucumbíos
protestaron frente a la embajada de Colombia en MéxicoFoto Luis Humberto
González
Los padres y familiares de los
cuatro universitarios mexicanos muertos en Sucumbíos, Ecuador, hace ocho años,
en un ataque del Ejército colombiano a un campamento de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC), se manifestaron frente a la sede del
consulado de dicha nación para exigir justicia.
En el acto de protesta y
acompañados por diversas organizaciones sociales, señalaron que la falta de
justicia tanto en Colombia como en México los ha obligado a llevar el caso ante
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que ya lo analiza.
Frente al consulado, ubicado
sobre Paseo de la Reforma, muy cerca del Ángel de la Independencia de la Ciudad
de México, los manifestantes, agrupados en la Asociación de Padres y Familiares
de las Víctimas de Sucumbíos, portaron grandes pancartas con los nombres y
rostros de Juan González Castillo, Fernando Franco, Soren Avilés y Verónica
Velázquez, los cuatro jóvenes muertos, además del de Lucía Morett, única
mexicana sobreviviente del ataque a las FARC.
En un pronunciamiento leído en
el acto, los padres y familiares denunciaron la complicidad del gobierno
mexicano para exigir castigo a estos asesinatos, situación mostrada desde el
momento de los hechos.
En estos ocho años
transcurridos, los padres y familiares emprendimos una lucha pública y abierta
para reivindicar el nombre limpio de nuestros hijos, que fue ensuciado en
campaña mediática por el gobierno colombiano con el propósito de justificar su
asesinato que, a todas luces, es un crimen de Estado fuera de Colombia, señala
el pronunciamiento.
Alvaro González Pérez, padre de
Juan González, uno de los jóvenes muertos, indicó que la presencia de los cinco
estudiantes universitarios en el campamento obedecía a un trabajo de
investigación para las tesis que cada uno realizaba. Este octavo aniversario
concluyó con la celebración religiosa en la parroquia del Perpetuo Socorro, en
las calles de Villalongín.