REPRODUCIMOS ESTE MENSAJE QUE
CIRCULÓ EN DÍAS PASADOS POR REDES SOCIALES Y CON EL QUE NOS SOLIDARIZAMOS
Rosario Ibarra, 40 años de la desaparición de su hijo Jesús
El 18 de abril es una fecha que no quisiera que llegara, por
todo el dolor que significa en mi vida y en la de mi familia. Mi hijo Jesús fue
encerrado en la cárcel clandestina más grande del gobierno mexicano: el Campo
Militar número 1. Estos 40 años los he vivido con una aflicción aposentada en
el pecho y con una angustia que asfixia. Con un dolor que corre desde la mente
filtrándose en los tejidos; que punza, hiere y desgarra. Una congoja incontenible
que atraganta y ahoga, que se atora en la garganta y que al fin en la soledad,
en la intimidad sale hecha sollozo. Creo que mis sentimientos son iguales a los
de todos los padres y madres de los desaparecidos que estos gobiernos impuestos
detuvieron y llevaron a sus cárceles, y que sexenio tras sexenio sólo cambian
de estilo mas no en sus perversiones.
Después de 40 años sus métodos represivos son los mismos; la
desaparición forzada y la tortura siguen, y ahora los desaparecidos son miles.
¡Cuánto quisimos evitar que esto pasara! ¡Cuánto esperamos esa respuesta
categórica de toda la sociedad para erradicar este crimen siniestro que es la
desaparición forzada! ¡Eureka!, nuestro comité, nació un 18 de abril hace 38
años y nunca nos ha faltado la voluntad de luchar. Sabemos que el gobierno de
México jamás hará justicia ni liberará a los desaparecidos porque ellos son los
criminales que cometieron el delito. Pero creemos que algún día nuestro grito
de lucha sonará tan estruendosamente que hará caer muros y malos gobiernos y
habrá la libertad y la justicia anheladas y entonces... ¡habremos triunfado!
Rosario Ibarra
¡Vivos los llevaron! ¡Vivos los
queremos!