LA MASACRE DE SUCUMBÍOS Y EL INICIO DE
NUESTRA LUCHA…
El 1 de marzo de este 2015 se cumplen 7 años de la
masacre de Sucumbíos, del asesinato de nuestros hijos Verónica, Soren, Juan y
Fernando y, de la injusta persecución contra Lucía Morett. A unos días de
cumplirse esa fecha lazamos esta serie de artículos e imágenes que nos
recuerdan lo ocurrido en Sucumbíos, que nos traen a la memoria quienes eran
nuestros hijos pero también la lucha que hemos iniciado contra la impunidad y
el olvido, por la memoria, la verdad y la justicia.
*******************************************************************
*******************************************************************
PARTE
I
¿QUÉ PASÓ EL 1 DE MARZO
DE 2008?
Transcurrían los primeros minutos de la madrugada del
1 de marzo de 2008, era un sábado, cuando el ambiente nocturno de la selva ecuatoriana
rompió su susurro por el estruendo que causaba un bombardeo lanzado desde un
avión que había partido de la base militar norteamericana de Manta en las
costas ecuatorianas. El odio belicista del ex-presidente de Colombia Álvaro Uribe
Vélez, con apoyo militar y logístico de Estados Unidos, rompía las copas de los
arboles destruyendo con 10 bombas de gran magnitud cuanta vida e ilusiones
encontraban a su paso.
El objetivo era un campamento de la guerrilla
colombiana de las FARC-EP que se había asentado en la región de Santa Rosa de
Sucumbíos, territorio ecuatoriano, ahí dormían bajo las estrellas y las copas de
altos arboles alrededor de 30 personas, una de ellas el comandante de la
guerrilla conocido como Raúl Reyes, tiempo después, meses quizá, es que supimos
que él era encargado de la Comisión Internacional de ese grupo y que tenía a su
cargo las labores diplomáticas y de contactos, él se encargaba de dar entrevistas
con personalidades políticas y sociales de distintos lugares del mundo, trataba
asuntos relacionados a la liberación de rehenes en poder de ellos y aceptaba
dar entrevistas a periodistas para la atraer los ojos del mundo a Colombia y su
conflicto interno que en ese entonces cumplía más de seis décadas de existencia.
Pero esa madrugada eso no importó para el Estado colombiano,
o tal vez sí, quizá esos hayan sido los motivos para atacar con tanta furia el
campamento, no le importó violar la soberanía nacional de un país vecino, no
dudo en asesinar sin posibilidad alguna de rendición a quienes se encontraban
en dicho lugar, 25 personas pierden la vida, unas, fueron víctimas del efecto de
las bombas, otras, por las ráfagas de metralleta lanzadas desde helicópteros
colombianos, otras, por militares que llegaron a tierra y remataban a los
heridos. Solo tres jóvenes mujeres logran sobrevivir con graves heridas, dos de
ellas de nacionalidad colombiana, la tercera, la estudiante mexicana Lucía
Andrea Morett Álvarez.
La masacre de Sucumbíos es uno de los hechos más
vergonzosos de la historia reciente de América Latina, pero para nosotros
también uno de los más dolorosos porque ahí perdieron la vida, bajo las bombas
de odio y guerra, nuestros hijos Verónica Natalia Velázquez Ramírez, Soren
Ulises Avilés Ángeles, Fernando Franco Delgado y Juan González del Castillo.
EN LA PARTE II, EXPLICAREMOS QUIÉNES
ERAN NUESTROS HIJOS Y QUÉ HACÍAN EN ESE LUGAR…
ASOCIACIÓN DE
PADRES Y FAMILIARES DE LAS VÍCTIMAS DE SUCUMBÍOS